Os dejamos este artículo escrito por la nadadora olímpica Conchi Badillo (recordwoman española 50Braza), que desafortunadamente se lesionó entrenando en el gimnasio un mes antes de ir a los Juegos Olímpicos de Londres (se fracturó el codo en una caída y la muñeca también se vio afectada). Aún así acudió a los JJOO, y aunque no pudo alcanzar sus mejores registros, demostró un coraje y valentía dignos de mención. Ahora prosigue su recuperación tras otra operación para poder alcanzar su sueño de participar en el Mundial de Barcelona 2013.
“En mi humilde opinión, una de las peores cosas que le puede pasar a un deportista es lesionarse. Más aún, si el nivel del deportista es alto y la gravedad de la lesión también.
Cuando se da este caso, aparecen muchos caminos que seguir…
El primero que creo que tomamos todos es la opción de recuperarse rápido. Y subrayo rápido porque realmente es lo que quiero decir. Lo hacemos TODO para que la recuperación sea la más rápida y sin que nos pase mucha factura. Hacemos caso de médicos, fisios, entrenadores y todo esto sin dejar de entrenar como podamos. Y siempre nos imaginamos entrenando a tope después de este proceso increíblemente rápido. De ahí la expresión que los deportistas están hechos de otra pasta…
Si la lesión no se cura de esta manera, entonces empezamos a buscar otras opciones, las opiniones de otros médicos, de otros fisios…. Buscamos todas las opciones. Pero muchos, llegados aquí, nos planteamos si hay que parar.
Sí, somos deportistas, en su mayoría jóvenes y saludables, ¡pero también muy exigentes! Nos da rabia entrenar a medio gas y no poder estar a la altura de los compañeros del grupo, pero lo que más rabia da es que si estamos lesionados no podemos hacer nada para remediarlo. La sensación de impotencia es máxima… Y todos te dicen con intención de animarte: “¡esto te va a hacer más fuerte!” ( y lo que no saben es que la cabeza ya la tenemos demasiado dura!)
Si superamos todo esto sin haber tirado la toalla, seguro que es porque hemos encontrado alguna solución.
Y por si no os habéis dado cuenta, todo esto ha sido más o menos el proceso de curación de mi brazo izquierdo. Sí, ese que me rompí mes y medio antes de participar en los JJOO de Londres y que aún me sigue dando quebraderos de cabeza. Y he querido generalizar con la recuperación de todo deportista porque creo que, seguramente, cualquiera en mi lugar habría hecho lo mismo.
Cuando me caí en el gimnasio del CAR de Sierra Nevada, sólo pensé en buscar la solución más rápida.
Pude competir en Londres con el brazo “doblado”, con limitación de flexo-extensión de la muñeca. A partir de ahí, empece un tratamiento con fisios pero de una manera más tranquila, con más paciencia, esperando que mientras empezaba la temporada, me terminaría de curar. Pero no fue así, entonces empecé a buscar otras opciones.
Una de las frases de mi entrenador que más me gustan es “hay que hacer cosas diferentes, para obtener resultados diferentes” “no hay que esperar, hay que provocar las cosas”. Y para que veáis, son aplicables a todos los aspectos de la vida.
Le pedí al 2013 salud, pero no me senté en el sofá a esperar a que alguien me la trajera, y por fin he conseguido encontrar una posible solución. Sí, he tenido que pasar por quirófano de nuevo. Esta vez para despegar los ligamentos que se habían quedado pegados en la zona de la cabeza del radio.
¡Era mejor eso que seguir esperando! Estaré con rehabilitación un tiempo, ¡pero os contaré cuando esté recuperada!
Os he contado todo esto porque, seguramente, habrá muchas personas que estén pasando por algo similar.
Espero que mi escrito os de una visión diferente y os ayude a afrontar la recuperación con más optimismo.
Sin ninguna duda, todo lo vivido no lo habría superado sin el apoyo de mi entrenador, de mi compañeros, de los demás entrenadores del club, de mi familia, amigos y de mi pareja que es al que le toca aguantar todo lo peor: los bajones anímicos, las paranoias y todo lo demás (¡no penséis que estoy loca!).
Yo ya estoy deseando encontrarme en estado de forma que estaba antes de caerme.
Como ya escribí una vez, la balanza debe de equilibrarse. Después de algo malo, debe venir lo bueno. Y después de todo esto… ¡seguro que lo disfrutaremos el doble!
Saludos!
P.D. Mi más sincero agradecimiento al CNSabadell, a la RFEN y al Centre de la Mà de Barcelona por hacer posible mi recuperación.”