
Esta ceremonia, de cambio de grado,tiene una tradición milenaria, y en ella, los maestros, suelen ser los encargados de entregar los nuevos cinturones, a sus discípulos. En el club hacemos un pequeño cambio, y son los propios familiares, los que hacen entrega, de los cintos, a los Taekwondistas, algo, que sin duda, hace que vivamos momentos llenos de emotividad.
La emotividad, no terminó ahí, y continuó con la entrega, por parte de los padres y alumnos, de unos regalos a nuestros entrenadores, los cuales los recibieron muy emocionados. Posteriormente se pasó, al aperitivo comunitario, con el que se despidió la temporada.
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