El partido más importante

Hola a todos y todas, lo primero es esperar que toda la gran familia que somos el CDE El Valle estemos en perfectas condiciones y desear que muy pronto estemos de nuevo juntos.

Me permito la licencia de escribir este pequeño artículo reflexionando sobre la situación que estamos viviendo. En todo el tiempo que llevo en el CDE El Valle, he pasado por distintas actividades, entre ellas fui entrenador del club, durante tres temporadas, en estas siempre trataba de inculcar dos puntos fundamentales a mis equipos. El primero era hacerles entender que el partido de cada fin de semana era siempre el más importante de sus vidas, y el segundo que cada jugador y jugadora son fundamentales para el funcionamiento del equipo.

El primer punto tenía una sencilla explicación, si afrontas cada encuentro como el más importante que vas a jugar te prepara para encarar cualquier reto, y saber como se debe actuar cuando de verdad llegaba el choque clave de la temporada. Pero todo esto era imposible de lograr sin entender que cada miembro del equipo es fundamental para que todo funcione.

En un equipo siempre tendremos al talentoso, al que domina el juego, al que anota o hace los goles, los que baten récords, hacen el ejercicio perfecto o logran el punto decisivo, pero igual de importantes son aquellos que se dejan la piel defendiendo, los que siempre tienen un grito de apoyo, el que tiende la mano cuando te caes o no te salen las cosas… cada integrante de un equipo tiene su propia misión pero también debe comprender y aprender la de los demás, para dar el relevo cuando tú compañero/a no pueda más.

Pues ahora, que empezamos la tercera semana de confinamiento, nos encontramos en ese momento, jugando el partido más importante de nuestras vidas, y necesitamos la aportación, de todo el equipo, para ganarlo.

El encuentro no empezó bien pero el equipo, que sabe como afrontar esta situación, ya empieza a dar la vuelta a la situación y está comenzando la remontada. Estamos en el momento de no relajarse y es cuando más tenemos que apretar los dientes. Estoy seguro, que con el esfuerzo de todos y todas, cuando el árbitro pite el final, cuando suene la bocina, cuando demos la última brazada, cuando los/as jueces den sus notas, o los colegiados levanten nuestros brazos, sé que ganaremos esa bola de partido.

Mucho animo y nos vemos pronto familia.

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